SUCHITRA MATTAI (1973) / EL COLOR DE MI IDENTIDAD

De esta labor artesanal se va procesando, creando y originando todo un conjunto bruto hasta que se convierte en una obra de arte compuesta de materiales textiles que celebra una reinvidicación de vida y libertad.

Todo el trabajo de la guyanesa MATTAI es un pensamiento y sentir plástico de lo que constituye la fuente a la que se remonta, el ideario etnológico y identitario del que procede. 

Eternidad; me pregunto cómo he podido articular tantas veces esta palabra sin perder la razón.

(Cioran)

GIOVANNI FRANGI (1959) / NO JUEGO CON LOS SECRETOS

A la abstracción se la sigue dando por agotada, por consumida, por anodina, por no saber encontrar nuevos campos en los que depositar su sed.

En el caso del italiano FRANGI, la sed encuentra su desvarío en masas de colores que se mueven entre vertidos, bolsas, superficies a las que dota de su más plástico vocabulario. 

Las tonalidades y texturas, las gamas complementadas, definen una pintura intuitiva, espontánea, ágil, impremeditada, pero que se basa en la magia de una maestría y desarrollos sensitivos. 

Mientras preparaban la cicuta, Sócrates estaba aprendiendo una melodía de flauta. ¿Para qué te servirá?, le preguntan. Para saber esta melodía antes de morir.

(Cioran)

MATEO TORRIENTE (1910-1966) / ME FUI VOLUNTARIAMENTE SIN TERMINAR

El cubano TORRIENTE se fue voluntariamente sin despedirse, para eso estaban sus obras, para hacerlo en su lugar, y que querían rebelarse a un mundo mediatizado, normalizado y uniformalizado.

En sus obras abstractas y figurativas buscaba ese rastro que dejan las intensidades del artista que hacen que propicie dar un paso más, que no se sometan más que una mente poderosa y profundamente plástica.  

Existir es un fenómeno colosal...que no tiene ningún sentido. Así definía yo la estupefacción en la que vivo día tras día.

(Cioran)  

ANDREW LUI (1951-2021) / LOS GESTOS DEL ALMA

El chino LUI huyó de su país porque seguramente esa expreriencia estética que tanto buscaba no era posible por la destrucción de la inteligencia en que la sitación le estaba abismando. 

Por eso su pintura es una proclamación sabia de luz, color, gestos, dinamismo, líneas y masas intricadas, fluctuaciones en un espacio que con ello él cree hacer infinito. 

Su leguaje plástico es hasta musical, aéreo, sintonía que el artista quiere constituir como prueba de lo que el mundo es y al mismo tiempo le ha hecho. 

 Existir es un plagio.

(Cioran)

LEELEE KIMMEL (1983) / LA EVASIÓN DE LA DUDA

La americana KIMMEL concibe su trabajo como un jeroglífico plástico cargado de claves que se visualizan como encuentros de entes luminosos y polícromos en el espacio.

Sus obras emiten rayos candentes, multiformas ígneas, señales luminosas, signos que se impregnan de su propios atributos en su materialización.

Son ejercicios creativos cuya densidad queda como tatuada y viva en su cosmos geológico de dimensiones plurales y cargadas de significado. 

Las dudas sobre sí mismo lo minan demasiado como para, además, poder afrontar las que él inspira a los demás.

(Cioran)

SULING WANG (1963) / EXISTEN DENTRO DE MÍ

En la obra de la taiwanesa WANG se da una síntesis de estéticas orientales y occidentales que nos permiten atrapar un entendimiento que no es concible sin una imaginación plástica tan penetrante.  

El color fresco, espónteneo, jubiloso, reverberante, dinámico, fusionado, que parece fugaz sin serlo, marca un estatus pictórico paisajístico en su vena más expresiva.  

Vibran esos entramados frondosos que son fruto de una creación intuitiva sólida, trabajada, esforzada y con una poética de vida y comunión con la naturaleza.

Un libro -y añado por mi parte, una obra de arte- tiene que hurgar en las heridas, incluso provocarlas. Un libro -obra de arte- ha de ser un peligro.

(Cioran)

ÉLISE ANSEL / PRINCIPIO Y FIN

La americana ANSEL se inspira en la aventura pictórica anterior a su tiempo, pero dejando claro que su evolución parte de la recreación cromática de los grandes maestros.

Tiene un marco revelador de su maestría plástica y de él forma parte el gesto, el rodillo, el movimiento, la densidad de tonalidades y tintas, el esfuerzo por dar visibilidad a un ethos que la embarga.   

La calidad de su obra juega con la introspección que delata unas sensaciones y que refleja unos pensamientos y unas emociones que se debaten por dar a luz su vivo semblante.  

 

Sólo las obras inacabadas, pot imposibles de acabar, nos incitan a divagar sobre la esencia del arte.

 (Cioran)